Marcos de asesoramiento
Los servicios de consultoría o asesoría son cada vez más importantes y estimulantes. La necesidad de consultoría aumenta en todo el mundo empresarial. Desde el punto de vista de la gestión, el proceso de consultoría puede definirse o explicarse de tal manera que ayude también a otras esferas de la actividad humana como la educación, la sanidad, la ingeniería, etc. La consultoría se ha convertido hoy en día en una de las áreas centrales de los estudios de gestión.
El objetivo de este artículo es proporcionar al lector un marco de procesos de consultoría. El marco es estándar y, en cierta medida, bastante universal. Los expertos de todo el mundo han dividido el proceso de consultoría en siete fases, que se analizan en este documento. La discusión es concisa, ya que los puntos principales se han resumido a grandes rasgos. El documento termina con una conclusión adecuada.
La consultoría consiste básicamente en ayudar a otra organización, grupo, equipo o individuo a transformar la empresa de un estado a otro. El proceso de consultoría también implica asistir en dichas transformaciones predefinidas por la dirección o el individuo en cuestión. Así pues, la consultoría se refiere fundamentalmente a la transición entre diversos estados (Sturdy, 1997).
Solución de problemas de Mckinsey en 7 pasos
Nuestro modelo de consultoría basado en las relaciones sigue una progresión lógica de actividades y comportamientos del consultor. Se producen variaciones en el nivel de colaboración entre el cliente y el consultor en las actividades y en el calendario de las mismas.
La entrada inicia la relación entre el consultor y la organización cliente, poniendo a prueba el ajuste de las habilidades y valores del consultor con las necesidades de la organización. La contratación continúa el proceso de aclarar las expectativas de los esfuerzos de consulta (objetivos, etc.) y las características deseadas de la relación cliente-consultor
Aunque es probable que en la primera fase haya surgido alguna información, el descubrimiento es un enfoque sistematizado para obtener información sobre la organización (recopilada de diversas maneras). El diálogo es un proceso, en el que colaboran el consultor y los miembros de la organización cliente, para extraer el significado de la información recopilada.
Formalmente, el cliente y el consultor llegan a un entendimiento mutuo sobre el significado del análisis y las áreas de interés para las siguientes actividades de consultoría. El cliente decide sobre qué actuar y, con la ayuda del consultor, cómo hacerlo.
Métodos de consulta
Vamos a detallar varios de estos pasos y procedimientos de este modelo de proceso de consultoría, como el análisis de la solicitud, la actuación del consultor, el envío del alcance de la actividad de consultoría al cliente, la prestación del servicio y la facturación.
A continuación, el gestor del contrato analiza el presupuesto proporcionado por el consultor. Si identifica fallos en el alcance o cálculos inadecuados, vuelve a remitirse al Consultor para que realice un análisis más profundo.
A partir de este momento, es necesario que el Gestor del Contrato defina la forma de pago. A continuación, envía la factura y concilia las horas solicitadas con las registradas, finalizando así el proceso de consultoría.
Capacidades de consultoría
Durante una intervención típica de consultoría, el consultor y el cliente emprenden un conjunto de actividades necesarias para lograr los propósitos y cambios deseados. Estas actividades se conocen normalmente como “el proceso de consultoría”. Este proceso tiene un comienzo claro (se establece la relación y se inicia el trabajo) y un final (el consultor se marcha). Entre estos dos puntos, el proceso puede subdividirse en varias fases, lo que ayuda tanto al consultor como al cliente a ser sistemáticos y metódicos, procediendo de fase en fase, y de operación en operación.
En la literatura se pueden encontrar muchas formas diferentes de subdividir el proceso de consultoría, o ciclo, en fases principales. Varios autores proponen modelos que van de tres a diez fases.11 Nosotros hemos elegido un modelo sencillo de cinco fases, que comprende la entrada, el diagnóstico, la planificación de la acción, la ejecución y la terminación. Este modelo, que se muestra en la figura 1.2, se utilizará sistemáticamente en nuestro libro. Evidentemente,
un modelo universal no puede aplicarse ciegamente a todas las situaciones, pero proporciona un buen marco para explicar lo que hacen realmente los consultores y para estructurar y planificar encargos y proyectos concretos.