Además, si estás interesado en determinar si un sitio web sigue el método RWD o AWD, en este artículo se mencionan ejemplos de herramientas. Por ejemplo, basta con citar la URL del sitio web en esa plataforma de automatización de pruebas concreta y averiguar qué método de diseño se está siguiendo.
A medida que vayas leyendo este artículo, irás comprendiendo que la elección entre ambos diseños radica en el escenario del cliente en el que pretendemos centrarnos. Hágase preguntas como ¿Qué problema está resolviendo el cliente? ¿Cómo mejora la solución su técnica? Estas son algunas de las preguntas que su organización de software debería considerar antes de dar el gran paso y elegir entre AWD, RWD y, quién sabe, RESS. Exploremos más sobre estas técnicas.
RWD funciona enviando el mismo código asociado al sitio web a todos los dispositivos electrónicos en segundo plano. Después, reordena el contenido en el lado del cliente, es decir, en el lado del dispositivo. Al final, se muestra la misma versión del sitio web en cada uno de estos dispositivos. La aplicación de esta tecnología no es sencilla: el diseño RWD tiene un coste elevado.
Uno de los mayores debates que hemos visto desde el auge de los móviles es si se debe optar por desarrollar un diseño web adaptable y con capacidad de respuesta (AWD) o un sitio móvil independiente (con su propia URL m.). A efectos de este debate, dejaremos de lado los sitios móviles independientes, ya que parecen ser la solución menos preferida por los diseñadores y las empresas, ya que deben crearse por separado (lo que supone un mayor coste inicial y de mantenimiento).
En pocas palabras, responsive es fluido y se adapta al tamaño de la pantalla sin importar el dispositivo de destino. El responsive utiliza consultas de medios CSS para cambiar los estilos en función del dispositivo de destino, como el tipo de pantalla, la anchura, la altura, etc., y sólo es necesario uno de ellos para que el sitio web responsive se adapte a los diferentes tamaños de pantalla.
A primera vista, parece que la capacidad de respuesta requiere más trabajo, ya que hay que diseñar diseños para un mínimo de seis anchos. Sin embargo, la capacidad de respuesta puede ser más compleja, ya que un uso inadecuado de las consultas de medios (o incluso no usarlas) puede provocar problemas de visualización y rendimiento.
En una época de rápido crecimiento de los móviles, las empresas necesitan asegurarse de que su sitio web se traduce a cualquier dispositivo que sus consumidores estén utilizando. Las empresas suelen diseñar los sitios móviles teniendo en cuenta factores como el tamaño de la pantalla, el dispositivo, el navegador y el sistema operativo. ¿Podría su empresa beneficiarse de una experiencia más contextualmente relevante?
Las interacciones de los usuarios se traducen en ventas, así que ¿por qué no iba a tratarlo como una oportunidad? Tanto el diseño web responsivo como el adaptativo tienen en cuenta la experiencia del usuario en los distintos dispositivos en cuanto a características como resoluciones, mecanismos de control y contextos de uso.
El diseño adaptativo identifica el dispositivo y otras características para garantizar que las estructuras adecuadas se comunican correctamente con el diseño. Mientras que el diseño responsivo trabaja sobre el principio de la flexibilidad, un sitio web que funcionará sin problemas en cualquier dispositivo. Examinemos otros pros y contras de cada forma de diseño web.
Independientemente del método que elijas implementar, tus usuarios quieren que tus sitios se carguen rápida y eficazmente. Necesitan poder navegar por su sitio web tanto si lo ven desde un iPad como desde un ordenador de sobremesa. Se trata de medir las prioridades de sus usuarios y decidir qué método funcionaría mejor.
Uno de los mayores debates que hemos visto desde el auge de los móviles es si se debe optar por desarrollar un sitio web responsivo y adaptable (AWD) o un sitio móvil independiente (con su propia URL m.). A efectos de este debate, dejaremos de lado los sitios móviles independientes, ya que parecen ser la solución menos preferida por los diseñadores y las empresas, ya que deben crearse por separado (lo que supone un mayor coste inicial y de mantenimiento).
En pocas palabras, responsive es fluido y se adapta al tamaño de la pantalla sin importar el dispositivo de destino. El responsive utiliza consultas de medios CSS para cambiar los estilos en función del dispositivo de destino, como el tipo de pantalla, la anchura, la altura, etc., y sólo es necesario uno de ellos para que el sitio web responsive se adapte a los diferentes tamaños de pantalla.
A primera vista, parece que la capacidad de respuesta requiere más trabajo, ya que hay que diseñar diseños para un mínimo de seis anchos. Sin embargo, la capacidad de respuesta puede ser más compleja, ya que un uso inadecuado de las consultas de medios (o incluso no usarlas) puede provocar problemas de visualización y rendimiento.